Desde 1936 Luis Cernuda reunió sus libros de
poemas bajo el único título de La
Realidad y el Deseo, título que resume temáticamente lo que es el núcleo
central de su obra poética. La última edición de La Realidad y el Deseo fue publicada
un año después de su muerte.
La evolución poética del autor sigue un curso
continuado, sin grandes altibajos, muy ceñido a su curso
biográfico. Es la suya una poesía muy unitaria en la que no es fácil distinguir
etapas.
Pese a ello, se pueden establecer dos etapas en su
obra separadas por la línea divisoria temporal de 1936, año de la primera
edición de La Realidad y el Deseo. La
primera etapa estaría articulada en tres fases:
- Inicial, que incluiría los libros Perfil del aire y Égloga. Elegía. Oda.
- Surrealista, integrada por Un río, un amor y Los placeres prohibidos.
- Una tercera fase de carácter neorromántico compuesta por Donde habite el olvido.
En la segunda etapa de su obra deberían establecerse
dos fases diferentes:
- La poesía de guerra, escrita entre 1936 y 1939.
- La poesía del exilio, iniciada con Las nubes en 1940.
Por otro lado, en el proceso vital que es la
poesía de Cernuda, Octavio Paz establece cuatro momentos diferentes:
· Adolescencia,
aprendizaje poético y maestría: Perfil del aire y Égloga. Elegía. Oda.
· Juventud,
blasfemia, rebeldía, pasión y amor al amor: Un río, un amor, Los placeres
prohibidos, Donde habite el olvido.
· Madurez,
contemplación de los poderes terrestres y meditación sobre las obras humanas: Invocaciones,
Las nubes, Vivir sin estar viviendo, Como quien espera el alba.
· Límite
con la vejez, mirada precisa y reflexiva: Con las horas contadas, Desolación
de la quimera.
En cuanto a la temática podemos decir que el
núcleo temático de la obra de Cernuda es la antítesis entre la realidad y el
deseo, hecho que explica que titulara el conjunto de su poesía con esta
oposición. Esta antítesis nace de las peculiares circunstancias vitales del
poeta sevillano, pero entronca perfectamente con lo que en los poetas
románticos y simbolistas era la colisión entre la libertad individual y la
sociedad burguesa, además de ser un tema característico de la poesía del siglo
XX.
El tema de la realidad frente al deseo podemos
concretarlo en la obra de Cernuda en una serie de motivos temáticos
recurrentes:
·
Soledad,
aislamiento, marginación y sentimiento de la diferencia.
· Deseo
de encontrar un mundo habitable que no reprima ni ataque al individuo que se
siente y se sabe diferente. En el intento por encontrar ese mundo habitable
deseado, a veces el poeta se dirige al pasado, a la niñez, con lo que enlazamos
con el tema de los “paraísos perdidos”, tan característico de la literatura
contemporánea.
·
Deseo
de encontrar la belleza perfecta, que no esté ensuciada por la realidad, por la
materialidad.
· El
amor, como el gran tema cernudiano. Este motivo adopta distintos planteamientos
a lo largo de su obra que podemos reducir a tres momentos:
· Un amor
no disfrutado, pero presentido. Entendido más como experiencia literaria,
leída. Es lo que encontramos, principalmente, en el libro Los placeres prohibidos.
· La experiencia amorosa marcada por la
insatisfacción, por el dolor y el fracaso, por la incomprensión. Lo podemos
encontrar, principalmente, en el libro Donde
habite el olvido.
· El amor
como experiencia feliz, exaltada, pero marcada por la brevedad. Así lo leemos
en los Poemas del cuerpo.
·
El
tiempo y su discurrir es otro de los grandes temas del poeta sevillano.
Vinculados a este motivo temático encontraremos:
·
El
deseo de juventud eterna, marcada por las experiencias amorosas, por la belleza
y por la fuerza de espíritu que le permite mantener una actitud rebelde frente
al mundo que le oprime.
·
La
nostalgia de la infancia, asociada a la ingenuidad y, por ello, a la felicidad.
·
El
deseo de eternidad, de llegar a fundirse con la Naturaleza en un universo
perfectamente ordenado.
·
La
naturaleza. Es clara la oposición que se
produce en los poemas de Cernuda entre el mundo burgués, contra el que el poeta
reacciona de maneras diversas, y el mundo natural, considerado como un paraíso
en el que el artista puede vivir en perfecta armonía. Ese mundo social burgués
viene marcado por el caos, es la realidad, y frente a él, el orden natural, el
deseo. Esa naturaleza cernudiana viene dominada por la espontaneidad y por la
proyección libre de los sentimientos y los instintos que en el ámbito burgués
deben ser reprimidos.
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