En esos primeros años marcados por la soledad,
Cernuda descubre la literatura, y lo hace de manos de Bécquer, autor con el que
la poesía cernudiana presenta importantes contactos, tanto en sus primeros
versos como en otros libros posteriores.
En 1919 comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de
Sevilla. Allí conoció a Pedro Salinas, que fue su profesor e introductor serio
en la literatura, tanto la clásica, como la de los ya clásicos más o menos
recientes franceses: Baudelaire, Rimbaud, Mallarme, Verlaine...
En estos años descubre también a un autor francés que le influirá
poderosamente, André Gide, en el que
encontrará el poeta sevillano un paralelo de sí mismo.
Madrid-Toulouse
En los años veinte se traslada a Madrid, donde
entra en contacto con los ambientes literarios de lo que luego se llamará
Generación del 27.
En 1928 ocupa plaza como lector de español en la Universidad de
Toulouse. Allí comenzará a redactar los poemas de lo que será su libro Un río,
un amor, inspirado directamente en la música de jazz y blues y en el cine. Volverá
a Madrid en 1929.
Al proclamarse la República , la recibe con
ilusión, y siempre se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera
buscar una España más tolerante, liberal y culta. Como ejemplo de esto último tenemos
su participación en la
Misiones Pedagógicas y Culturales que organiza el gobierno de
la II República
desde 1934. Estos años son también de compromiso y acción política: Cernuda se
afilia al Partido Comunista por breve espacio de tiempo y colabora en revistas
de marcado carácter izquierdista, como es el caso de El Heraldo o la revista
Octubre, fundada por Rafael Alberti.
Pero los primero años treinta son también los del
descubrimiento por parte de Cernuda de la obra de los poetas románticos
alemanes (Novalis, Heine, Hölderlin), así como el inicio de su faceta de
traductor.
Durante la Guerra Civil participó activamente desde las
trincheras culturales organizando actividades de todo tipo, como es la
fundación de la revista Hora de España, junto con poetas como Alberti o Gil
Albert, o la participación en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas
realizado en Valencia.
Gran Bretaña
En 1938 va a dar unas conferencias a Inglaterra,
ya no regresará a España. En Gran Bretaña, Cernuda vivirá de su trabajo como
profesor en diferentes universidades: Surrey, Glasgow y Cambridge. Allí
profundizará en la lectura de los clásicos ingleses y descubrirá la obra de
autores que le influirán poderosamente, caso de T.S. Elliot.
Estados Unidos
En 1947, gracias a la mediación de Concha de
Albornoz, consigue una plaza de profesor en la universidad norteamericana de
Mount Holyoke, en la que permanecerá hasta 1952. En 1960 volverá a EE.UU., a
Los Ángeles, para impartir clases por espacio de tres años.
México
Desde su llegada a EE.UU. en 1947 las relaciones
de Cernuda con México se van agrandando. En 1952 trasladará su residencia a la Ciudad de México, de la que
solo se ausentará para dar clases en California entre 1960 y 1963. En 1963
morirá en Ciudad de México.
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